abuLas “funciones” que desempeñan en la actualidad, pueden ser sencillas, complejas, amplias y variadas. Lo “sencillo” es cuando la familia nuclear los visita; van a comer, a pasear algún fin de semana o día festivo, esto es posible porque padres y madres tienen horarios compatibles con la vida laboral y familiar. Adultos mayores viven en casa solos, en pareja, con la familia o en alguna residencia; hacen y organizan su vida en función de su entorno social, sus habilidades y capacidades.


Existe otro grupo importante de abuelos y abuelas que están viviendo una segunda paternidad/maternidad por necesidad de apoyar y ayudar a sus hijos/hijas, ya que en algunos casos los horarios laborales no coinciden con el escolar, entonces son los/las encargados/encargadas de llevar y recoger del cole a los/las nietas, darles de comer, llevarlos/llevarlas a sus actividades extraescolares, etc. Cuando esto ocurre así, debemos valorar y comprender los esfuerzos que hacen, dialogar frecuentemente para establecer con claridad cómo se brinda este apoyo y delimitar bien “las funciones”, que los/las abuelos/abuelas llevarán a cabo.


Hay una cosa que debemos mirar con lupa, ya que hay un buen número de padres/madres que depositan toda la responsabilidad en los/las abuelos/abuelas incumpliendo con su paternidad/maternidad, cuando esto ocurre nos enfrentamos al abandono parental. Juan Luis Linares en su libro “Del abuso y otros desmanes” explica las bases relacionales del maltrato. “Ambos progenitores comparten el equívoco de que las necesidades relacionales son satisfechas fundamentalmente por el otro”. Aunque este apartado se refiere particularmente cuando hijos/hijas son “invisibles” para sus padres y los dejan a su suerte, sirve muy bien para ilustrar las complejidades relacionales que se pueden entretejer cuando poco a poco se van delegando diversas responsabilidades que corresponden sólo a los/las padres/madres. Los/las abuelos/abuelas cobran fuerza y los/las padres/madres se debilitan, se crean coaliciones poco funcionales para los sistemas familiares; observándose cosas “simples” como por ejemplo, cuando la madre da una indicación no es escuchada y menos atendida, esto va subiendo de tono en muchos aspectos. Cuando quieren retomar su rol, puede en algunos casos, ser demasiado tarde para resolverlo por vía directa y se requiere apoyo profesional. Es importante comprender que, los/las abuelos/abuelas pueden ser de apoyo, ellos ya vivieron su paternidad/maternidad y lo hicieron como mejor pudieron, bajo las circunstancias de aquellos tiempos, ya no les toca hacerlo por segunda vez.


A lo largo de mi práctica profesional como psicoterapeuta he trabajado con las familias para definir y marcar mejor ciertos límites, ya que se va difuminando una línea muy delgada y confusa entre “brindar apoyo” y “adjudicarse roles que no corresponden”. ¿Qué podemos entonces hacer para delimitar efectivamente el rol que nos corresponde? Primero y antes que nada comprender que, cuando una pareja decide tener hijos tendrán que dialogar sobre la educación que darán a éstos/éstas, tienen que destinar tiempo en determinar “lo que importarán de sus familias de origen” (porque lo consideran funcional, agradable y ambos lo comparten) y lo que “crearán como nueva célula” (aquello que quieran formar, implementar y/o innovar que les funcione como pareja y como padres). En segundo punto, si sobre la marcha requieren del apoyo de sus padres/madres, por tiempos prolongados, resulta benéfico hablar y establecer “que sí y que no”. Por ahí existe un dicho: “los/las padres/madres están para educar y los/las abuelos/abuelas para maleducar”, esto no tiene porqué ser así, no está mal que los/las abuelos/abuelas consientan pero no deben sobrepasarse.


En la tarea de establecer “que sí y que no”, partimos de algunas reglas del juego, o lo que es lo mismo, “partes” de educación. Por ejemplo: la alimentación, si el/la menor tiene que comer en casa de los/las abuelos/abuelas lo más adecuado sería que fuera sana y equilibrada al igual que en su casa. Los/las abuelos/abuelas no tienen por qué llenar de caramelos, helados y golosinas a los/las nietas/nietos. Tiempo de ocio, lo conveniente es que no se abuse de la televisión, video juegos, tabletas y demás medios tecnológicos, en ninguno de los ambientes. El aseo, si padres/madres acompañan y forman a sus hijos/hijas para que cada vez sean más autónomos, cuando han adquirido el control de esfínteres serán capaces de arreglárselas por si mismos/mismas. Responsabilidades, es totalmente válido que las tengan en ambos escenarios, que lo que hacen habitualmente en casa lo hagan en casa de los/las abuelos/abuelas (ayudar a poner la mesa, recoger sus platos sucios y llevarlos a la cocina, limpiar y guardar, etc). La tarea/deberes; padres, madres, abuelas y abuelos deben lograr que la realización de éstos sea cosa de los/las menores. Una cosa es supervisar cuando han finalizado y otra muy distinta es “hacer la tarea o los deberes con ellos/ellas”. Tiempo de convivencia, resulta hacer un alto importante sobre este punto y es que niños y niñas de distintas edades y de distintas clases sociales demandan lo mismo, TIEMPO DE CONVIVENCIA CON SUS PADRES/MADRES. Si este se ve mermado por el trabajo, es imprescindible buscar actividades en familia los fines de semana. Lo que compete a los/las abuelos/abuelas es respetar este tiempo entre sus hijos/hijas y sus nietos/nietas. Si ellos/ellas tienen la fortuna de pasar las tardes con estos últimos, entonces los siguientes “tips” pueden resultarles muy útiles y sencillos y es que, los/las abuelos/abuelas enseñen lo mejor que saben hacer.

Todo nieto/nieta seguro que tendrá un/una abuelo/abuela que sepa: pintar, cocinar, tejer, coser, de mecánica, de naturaleza, bordar, repostería, en fin algunas cosas que pareciera que están obsoletas, cuando es todo lo contrario. Si abuelos/abuelas se dedicasen a enseñar “cosas que dominan” no sólo están ayudando a que sus nietos/nietas estén desarrollando nuevas competencias, sino que además están activos mentalmente, tienen la posibilidad de compartir sus experiencias, por otro lado debemos plantearnos que para los/las adultos mayores es importante buscar “nuevos retos” para aumentar su nivel cognitivo, lo recomendable es llevar a cabo cosas que salgan de la rutina, pueden perfectamente aprender también de los nietos/nietas. Pueden realizar actividades de sencillas a complejas, por ejemplo: si el/la abuelo/abuela tiene dificultades de vista y ya no puede leer como antes, entonces nietos/nietas podrán leerles cuentos o cosas de interés para los adultos mayores, haciendo esto, nietos/nietas aprenden también. Actividades más complejas y que los ayuden a salir de la rutina, por ejemplo serían juegos de mesa que desarrollen la creatividad, búsqueda de soluciones, retos matemáticos, enigmas, abstracciones, etc. Los objetivos para abuelos/abuelas y nietos/nietas son, mantenerse activos, estar en constante aprendizaje, compartir cosas alternativas. Todo esto, sin duda resulta más productivo que estar con un móvil, tableta o frente al televisor consumiendo telediarios u otro tipo de programas poco aptos para menores o que estén desorientados por tantos juguetes alrededor de ellos/ellas y comiendo caramelos “en lo que papá y/o mamá llegan por ellos/ellas”.


Vanessa Maillefert Rovira
Psicoterapeuta individual, familiar y de pareja.